Y como cualquier buena saga cinematográfica, hoy cerramos la trilogía de la historia de las chapas. Pero no se equivoquen, que a esto de las chapas le queda aún mucho camino por recorrer y muchas aventuras que vivir. Pero sigamos, que nos vamos del tema. ¿Preparados?, pues venga, que se cierra el círculo.
Nos habíamos quedado en los setenta, cuando la música, el punk y las chapas comenzaron un idilio del que aún hoy no se han apagado los rescoldos del amor. Fue cuando, los 70 comenzaban a florecer, el momento en que los primeros grupos de rock se dieron cuenta del potencial de las chapas y comenzaron a utilizarlas como medio de promoción. Chapas de The Beatles, The Who, Los Rolling Stones o The Police empezaron a ser habituales en las cazadoras y las camisetas de una juventud que veía esa música como una válvula de escape de una sociedad que no les comprendía y en definitiva, de una forma de vida.
Pero como no sólo de la música vivía esa juventud hambrienta de nuevas experiencias, empezaron a proliferar las chapas con mensajes e imágenes con los que se identificaba esa nueva clase social. Quizás, la más popular fue el “smiley”, un logo diseñado por Harvey Ball en 1963 con dos acepciones diferentes: “Ten un buen día” y “Sonríe, Jesús te ama” . Pero claro, una vez tomado por la juventud se convirtió en una nueva manera de entender la vida y se asoció rápidamente al nuevo movimiento social que inundaba las calles.
Y así, con una sonrisa, lo que empezó como un elemento para apoyar políticos, bandas de rock o manifestaciones, se convirtió en una moda. Los vaqueros eran tendencia. Cazadoras, pantalones y camisas inundaban los armarios de medio mundo, y las chapas eran el complemento ideal. Empezaron a proliferar las chapas con mensajes ingeniosos o frases identificativas que llenaban las solapas de la ropa. Era la nueva bandera de la Libre Expresión. Casi nada.
La Moda, por supuesto, no dejó que este fenómeno se les escapara. Fueron habituales en las colecciones y hasta el cine a través de su vestuario, dejaba claro que las chapas no sólo estaban de moda. Habían aparecido para quedarse entre nosotros.
Y llegamos a nuestros días. Ha llovido ya desde las primeras chapas de la historia, pero ellas están muy vivas y hoy en día, la moda y sobre todo el marketing son los responsables de que sean un elemento perfecto de promoción para las empresas. Porque sí, seamos sinceros, las chapas molan, y mucho. Así que sin más os dejamos por hoy, que ya nos hemos enrollado bastante.
Y si tienes un rato no lo dudes, echa un vistazo a los modelos de chapas que Qustommize ha realizado para personitas como tú y empresas, y anímate a volver a poner una chapa en tu vida. Que nunca es tarde si la chapa es buena.